22 de junio de 2022. Margarita Serrano y Dinora Hernández tienen algo en común: pasión por compartir sus conocimientos a mujeres y hombres que desde el Centro de Formación Laboral de la Alcaldía de San Salvador (CFL) aprenden un oficio o carrera técnica para luego emprender un negocio.
Margarita, labora en el CFL impartiendo cursos de masoterapia desde hace más de una década, tiempo en el que ha priorizado formar ciudadanos integrales, que aprenden diferentes técnicas y a trabajar con el corazón. Declara que ser maestra es una responsabilidad mayúscula, el aprendizaje debe ser continuo para preparar mejor a los estudiantes, que con sus manos dan alivio a las personas mediante masajes o acupuntura.
“Desde el CFL les enseñamos a los alumnos a ser positivos, no importa el área, sea hombre o mujer, salen renovados. Estamos cumpliendo con dos objetivos: que tengan una fuente de trabajo y que puedan llegar incluso a ser empresarios”, dijo.
Rememora que se avocó a la comuna capitalina para recibir un curso en 2007 sin imaginar que luego de ser alumna impartiría clases y, además, se convertiría en fuente de inspiración y motivación de sus estudiantes. La docencia también le ha permitido sacar adelante a sus dos hijas, que ahora ya son adultas.
“Siempre quise ser maestra, el CFL me dio la oportunidad de prepararme y ahora me encuentro a muchos exalumnos. Tengo gente que trabaja en Ecuador, Estados Unidos, Europa, Australia y en aquí, en El Salvador”, recuerda con emoción.
Con alma de liderazgo
Dinora, también es maestra en el CFL, ahí ofrece cursos de cosmetología avanzada desde hace 25 años. Su profesión le permite reinventarse y ser muy creativa junto a sus alumnas.
Declara que el impartir clases de cosmetología es algo que le apasiona y disfruta en todo momento, no lo toma como un sacrificio o trabajo diario.
Hay vivencias que la han marcado, una de ellas fue que una exalumna que estableció su negocio volvió para solicitarle recomendaciones y darle oportunidad de trabajo a varias cosmetólogas en formación.
“Me siento satisfecha y contenta de verlas a ellas con su progreso personal, sacando adelante a sus familias, me siento realizada al ver esos casos, que contraten a sus compañeras, que vayan prosperando y saliendo adelante”, mencionó Dinora.
Confiesa que si pudiera volver a nacer escogería ejercer la misma profesión porque disfruta lo que hace. Aconseja y motiva a sus alumnas para que renueven lo que aprenden y cumplan sus objetivos.
Ambas docentes municipales concuerdan en que la clave del éxito está en hacer lo que a uno le gusta, trabajar con pasión, entrega y mucha dedicación.
Sin duda, la docencia requiere de vocación y entrega, esa misma que inspira y motiva muchos a convertirse en buenos ciudadanos que se esfuerzan para lograr sus sueños.
¡Feliz Día del Maestro!
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